4 trucos sencillos para tener toallas de baño limpias y suaves
¿Alguna vez has cogido una toalla limpia del armario y has notado que no huele nada bien? ¡No te preocupes, nos ha pasado a muchas de nosotras! Las toallas con olor a humedad solían atormentarme hasta que descubrí algunos trucos geniales para mantener mis toallas de baño suaves y con buen olor.
Entonces, si alguna vez te has preguntado cómo lavar correctamente las toallas para eliminar los malos olores, la humedad y mantenerlas suaves y esponjosas, estás en el sitio correcto.
¿Por qué mis toallas huelen a humedad?
La toalla tradicional es un tejido de felpa de algodón.
La felpa o rizo es el comúnmente conocido como tejido de toalla. La calidad de este tejido depende del tipo de hilo de algodón usado y de la cantidad de hilo que se usa para tejerla. Cuanto más cantidad de hilo tenga, más gramaje tendrá, o sea, más gruesa y esponjosa será la toalla en nuestras manos.
La calidad de las toallas depende de diversos factores:
- El tipo de rizo, el peso de la pieza y la densidad
- Su capacidad de absorción (es decir “si seca” o “no seca”)
- La facilidad de secado
- El diseño, el color y la calidad y riqueza de sus detalles (bordados, encajes o adornos)
- La suavidad y textura del tejido (el tacto de la toalla)
El primer requisito que debe tener una toalla es el siguiente: debe estar confeccionada en algodón 100%. Mira bien la etiqueta y rechaza las mezclas de tejidos.
En lo que respecta al tejido y el tipo de rizo, es mejor si es de hilo doble. En el hilo doble, cada hilo se compone de dos hebras: la calidad es superior, el tejido es más suave y absorbente.
Cuando el hilo de rizo es de un solo cabo, hablamos de rizo americano, mientras que si el hilo de rizo es de dos cabos hablamos de rizo convencional.
El término gramaje se refiere al peso de la toalla y a la cantidad de hilo de algodón por metro cuadrado. Cuanto mayor es el gramaje de una toalla, mayor calidad tiene.
Si una toalla tiene un gramaje elevado, su capacidad de absorción será mejor. A partir de 400 gramos se considera una calidad aceptable, aunque lo ideal sería a partir de 500.
Si no estás interesada en cómo elegir las mejores toallas de baño, recuerda que las toallas de felpa de algodón son gruesas y absorbentes. Éste es el motivo de por qué se vuelven malolientes y, a veces, ásperas con el tiempo.
Las toallas gruesas y absorbentes te ayudan a secarte, pero también retienen la humedad mucho después de terminar la ducha. Y todos sabemos que la humedad genera bacterias. Entonces, las bacterias que se desarrollan en las toallas son las que les dan un olor extraño con el tiempo. Asqueroso, ¿eh?
Si quieres deshacerte de esas bacterias y evitar que tus toallas se vuelvan malolientes, sigue estos cuatro sencillos trucos.
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1. Manten secas las toallas de baño
Cuando sales de la ducha, es posible que ya no necesites el extractor de aire o la ventana abeirta, ¡pero tu toalla aún sí! Así que manten ese aire circulando para ayudar a que la toalla se seque y, de esta forma, evitar que se multipliquen las bacterias.
¡Pero no te detengas ahí! ¿Eres el tipo de persona que deja caer la toalla al suelo y se olvida? Bueno, ¡no lo hagas! Las toallas deben colgarse adecuadamente para que se sequen. Y no me refiero a un gancho.
Un gancho no es suficiente para secar toallas porque esa toalla pesada necesita circulación de aire en toda su superficie. La mejor manera de secar las toallas es con un toallero. De esa manera, podrás estirar las toallas por completo, lo que ayudará a que el aire llegue a cada parte de la toalla antes de que lo hagan las bacterias.
Lo ideal tenderla al aire libre para secarse, en una galeria o terraza.
¡Hablemos sobre el secado!
Después de lavar las toallas, puedes elegir secarlas al aire libre o, si tienes, en la secadora.
1. En la secadora
¿Sabías que también existe una forma correcta de secar toallas a máquina? A veces, cuando sacas una toalla de la secadora, la sientes seca, pero no lo es. Eso es porque las toallas son muy gruesas y absorbentes. Utiliza bolas de secado para ayudar un poco a la secadora y secar completamente las toallas. Deja esas toallas en la secadora por más tiempo que el resto de la ropa, asegurándose de que estén 100% secas antes de sacarlas.
2. Al aire libre
Si secas las toallas al aire libre o en el interior, es posible que notes que pierden la esponjosidad y quedan un poco planas. Es posible que sientan un poco asperas. Pero no te preocupes, hay una solución para eso.
Simplemente frota la toalla contra sí misma o contra otra toalla para levantar las fibras. O, si quieres hacer un esfuerzo adicional, consíguete un cepillo de cerdas suaves y barre rápidamente tus toallas. Alternativamente, si tienes una vaporera, haz un par de pasadas rápidas sobre el tejido y así, tendrás toallas esponjosas nuevamente.
2. Cómo lavar las toallas de baño de la manera correcta
Una toalla no se parece a ningún otro tejido que se ponga en la lavadora; es espeso, pesado y está diseñado para absorber agua. Entonces, cuando está en la lavadora, absorberá toda el agua, todo el detergente y todo el suavizante.
Algunos de nosotros, dueños de toallas, quedamos atrapados en el temido ciclo de las toallas: crees que tus toallas huelen a humedad, entonces agregas más detergente, pero eso hace que huelan peor, ¡y repites! Si esto te suena familiar, es probable que tus toallas retengan detergente y no se enjuaguen ni sequen adecuadamente.
Usa un poco menos de detergente que una carga normal y asegúrate de no llenar demasiado la lavadora (quiero decir, nunca debes llenar demasiado la lavadora, pero con las toallas, piensa que menos es más). Usar menos detergente y no sobrecargar la máquina ayudará a que el agua se distribuya uniformemente y a enjuagar adecuadamente esas toallas.
Por último, no tires la toalla… con tu ropa habitual. Las toallas rozarán la ropa, acortando su vida útil. Además, como las toallas necesitan un poco más de cuidado para lavarlas, asegúrate de lavarlas siempre por separado.
3. ¿Deberías usar suavizante en las toallas?
¡No, no, no! El suavizante no te hace ningún favor. El suavizante es una capa cerosa que acondiciona los tejidos, afloja sus fibras y las hace sentir más suaves. Pero cuando usas suavizante en una carga de toallas, parte de esa capa cerosa se absorbe en la tela súper absorbente.
¿Alguna vez has oído hablar del decapado de la ropa? Es cuando las personas usan soluciones de limpieza profunda como el bórax para eliminar la suciedad que ha sido absorbida por la ropa a lo largo de los años. Bueno, parte de esa suciedad en realidad proviene del detergente y suavizante, especialmente cuando hablamos de toallas.
Si realmente quieres toallas suaves, esponjosas y absorbentes, reemplaza el suavizante con un poco de vinagre blanco.
4. Elimina los residuos de detergente y suavizante de tus toallas
Para deshacerte de los residuos de detergente y suavizante que quizás tus toallas ya tengan, lavalas en un ciclo de agua caliente en la lavadora con dos tazas de vinagre blanco. Luego, lavalas de nuevo con agua caliente y una taza de bicarbonato de sodio.
El vinagre ayuda a eliminar el detergente y el jabón adheridos al tejido de las toallas, y el bicarbonato de sodio ayudará a refrescar y desodorizarlas.
Finalmente, asegúrate de secarlas por completo.
La vida útil de una toalla de baño
Bien, sólo una cosa más sobre las toallas. Ten en cuenta que una toalla tiene una vida útil de entre siete y diez años. Entonces, si realmente no puedes eliminar ese olor extraño, o si tus toallas no son tan suaves y esponjosas como antes, puede que sea el momento de adquirir unas nuevas.
Pero no tires las toallas. Considera llevar tus toallas viejas a un refugio para mascotas.
¡Y eso es! Ahora ya sabes todo lo que necesitas saber para tener toallas limpias y con olor fresco de por vida. ¡Qué nunca más vuelvas a encontrarte con una toalla maloliente!