Olfateando la verdad sobre los perfumes

¿Alguna vez te has detenido mientras rociabas tu colonia o perfume favorito y te has preguntado qué hay realmente en esa niebla? El lado astuto de los perfumes: Lo que parece simplemente una mezcla deliciosa para levantarnos el ánimo y ofrecernos un aroma fresco puede ser en realidad un cóctel de sustancias químicas.

La mayoría de los perfumes son una mezcla de alcohol o aceites con varios extractos fragantes que pueden extraerse directamente de la naturaleza o cocinarse en un laboratorio. Ahora, aquí está el truco: los ingredientes exactos de estas fragancias a menudo se tratan como secretos comerciales y cero transparencia hacía el consumidor.

Aquí es donde nos topamos con un problema porque algunos de estos ingredientes misteriosos pueden tener concecuencias, otras que simplemente permanecer en tu suéter.

Por ejemplo, hablemos de los ftalatos y los almizcles sintéticos, elementos frecuentes en las listas de ingredientes de perfumes que han sido señalados por no ser los mejores compañeros de juego para nuestra salud.

Los ftalatos ayudan a que el olor permanezca por más tiempo, pero también se han relacionado con efectos no tan buenos, como alterar los niveles hormonales e incluso problemas de desarrollo en los niños.

¿Y los almizcles sintéticos? Son excelentes para hacer que ese perfume dure desde la reunión de la mañana hasta la cena, pero es posible que se queden en el medio ambiente y también causen problemas a la vida silvestre.

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Cuando las fragancias invaden

Por desgracia, el tema de los perfumes no se limita a un frasco de colonia o perfume. Cada vez más, los perfumes nos invaden todos los espacios- en el trabajo, en el supermercados, en el coche o transporte público, en nuestra casa, en la casa del vecino... Es muy dificil encontrar espacios libres al 100% de olores y perfumes...

Los aromas están por todo nuestro entorno diario.

Están en el jabón que usamos, en las velas que encendemos para relajarnos después de un largo día, incluso en el detergente para la ropa que deja nuestra ropa fresca y limpia.

Esta exposición constante significa que vivimos en una especie de niebla de fragancias y, para algunos de nosotros, esto puede provocar dolores de cabeza como erupciones cutáneas o reacciones más graves, especialmente si eres una persona más sensible. El lado furtivo del perfume se extiende mucho más allá del frasco mismo, infiltrándose en muchos productos cotidianos y potencialmente causando problemas silenciosos de salud.

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Limpiar el aire: olores más seguros

Si estás pensando que podría ser el momento de limpiar el aire en casa, existen muchas formas de mantener el buen olor sin el uso de productos químicos convencionales.

Los aceites esenciales son un excelente comienzo: son simplemente extractos de plantas concentrados y pueden ofrecer una fragancia encantadora a tu espacio cuando se usan en un difusor. Solo asegúrate de elegir unos aceites esencialesl puros y no algo que haya tenido un cambio químico en su formulación.

Para los detergentes y limpiadores de tu casa puedes optar por marcas que solo usan aromas 100% naturales, ya sean solo mezclas de aceites esenciales puros de nivel terapeutico (como, MULIERES) o mezclas de aceites esenciales y extractos 100% naturales (como SOAPLY).

Y si realmente quieres volver a lo básico, ¿por qué no dejar de usar fragancias? Cada vez más personas están apostando  por productos sin aroma! Este simple cambio podría marcar una gran diferencia al reducir la carga química en su hogar y hacer que el aire interior sea un poco más limpio.

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Un soplo de aire fresco

Entonces, si bien a todos nos gusta oler bien, resulta que hay un poco más en qué pensar cuando se trata de las pociones que nos aplicamos detrás de las orejas o nos rociamos en la ropa.

El lado furtivo del perfume no se limita a los riesgos potenciales para la salud: también se extiende al medio ambiente.

¿Las buenas noticias? Tenemos más opciones que nunca para que las cosas sigan oliendo bien (¡o sin ningún olor!) de una manera que sea mejor para nosotros y el planeta. Ya sea que optes por el encanto natural de los aceites esenciales o por ningún perfume, hacer un pequeño cambio en tu forma de afrontar el pasillo de fragancias puede ser un soplo de aire fresco para la salud de su familia. 

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Así que te invito que hagas un cambio en tu vida. Vamos a salir ganando todos. ¡Voy corriendo a la tienda! 

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