Los jabones de supermercado destruyen la protección natural de tu piel
El jabón parece ser una sustancia bastante sencilla e inocente y con un propósito muy claro: la limpieza. En el mundo de hoy, hay cientos de variedades de jabones para muchos propósitos diferentes. Jabón para platos, jabón para lavar ropa, jabón para la piel… y la lista continúa. Hay jabones antibacterianos, jabones perfumados, para proteger la piel…Y aún hay más: jabones veganos, jabones a base de grasa animal, jabones hipoalergénicos, etc.
En general, el jabón parece ser una cosa positiva. Después de todo, la limpieza está al lado de lo bueno de la vida, pero en nuestra sociedad, temerosa de gérmenes, ¿No habremos ido demasiado lejos?
Desafortunadamente, muchas de las cosas que utilizamos como "jabón" son en realidad detergentes ásperos o cócteles químicos. En lugar de la acción suave de los jabones verdaderos que quitan la suciedad y limpian la piel, estos detergentes pueden desproteger la piel (u otras superficies) de sus aceites sanos.
La mayoría de los detergentes de lavandería, por ejemplo, no contienen jabón, sino una mezcla de ingredientes químicos. También es cierto que muchos productos para lavar el cuerpo no contienen ningún jabón y son solo una mezcla de productos químicos. Ciertos jabones naturales pueden ser beneficiosos para la piel, pero la mayoría de las versiones comerciales son más detergentes que jabón y desprotegen la piel de sus aceites vitales. Entonces, ¿cómo podemos detectar los efectos nocivos del jabón?
Echemos un vistazo a las opciones.
Entendemos por jabón lo siguiente:
El jabón (del latín tardío sapo, -ōnis, y este del germánico saipôn) es un producto que sirve para la higiene personal y para lavar determinados objetos. Se puede encontrar en pastilla, en polvo, en crema o líquido.
El jabón, generalmente, es una sal sódica o potásica resultante de la reacción química entre un álcali (hidróxido de sodio o de potasio) y un lípido. Esta reacción se denomina saponificación. El lípido puede ser de origen vegetal (como el aceite de coco) o animal (como la manteca de cerdo). El jabón es soluble en agua. Por sus propiedades detersivas se utiliza para el lavado de ropa, corporal, etc.
(Wikipedia.org)
Los jabones antibacterianos
Los jabones y los desinfectantes antibacterianos están en el centro de la atención últimamente ante el miedo a varios tipos de virus de la gripe y otras enfermedades. Ciertamente, puedo ver la apelación de un higienizador que dice "matar al 99,9% de los gérmenes" cuando una tiene niños pequeños en casa y la enfermedad para uno generalmente significa enfermedad para todos. La etiqueta antibacteriana está apareciendo en todo tipo de jabones, especialmente jabones para niños, toallitas húmedas, e incluso jabones de baño para adultos.
Aunque puedo entender el atractivo de la etiqueta antibacteriana, en casa, no utilizamos este tipo de jabones por varias razones:
1. Los jabones antibacterianos matan bacterias pero no los virus. Los agentes antibacterianos son realmente una forma de antibiótico, así que mientras que eliminan la mayoría de las bacterias, buenas y malas, es inofensivo para los virus.
2. Porque sólo matan 99,9% de gérmenes (¡parece mucho!), el 1% es el más potencialmente dañino de todos modos, porque tiene la capacidad de resistir ese agente antibacteriano. Este pequeño porcentaje que sobrevive entonces engendra y pasa sobre su resistencia antibiótica a su descendencia, creando líneas de "Super gérmenes" que resisten al uso de antibióticos.
3. Triclosan es un componente químico presente en la mayoría de los jabones antibacterianos sobre cual se ha demostrado que al interactuar con el cloro del agua forma el gas cloroformo. Además, se ha demostrado que es un perturbador hormonal, especialmente en niños.
4. ¡No todas las bacterias son igual de malas! Fermentamos a propósito algunos de nuestros alimentos para agregar buenas bacterias (probióticos) y hay incluso evidencia que demuestra los beneficios de la suciedad y de la exposición a algunas bacterias. Cuando usamos y abusamos de jabones antibacterianos, literalmente nos cargamos las defensas del bebé con el agua de la bañera.
5. Algunas evidencias muestran que los niños que crecen en un ambiente demasiado estéril, en realidad, tienen tasas más altas de alergias y asma que los niños que no usan tanto los productos antibacterianos. El razonamiento es que la exposición a diferentes tipos de bacterias, especialmente a comienzos de la vida, realmente ayuda a los niños a desarrollar sistemas inmunes más fuertes.
Mi estrategia cuando se trata de bacterias es asegurarme de que el sistema inmunológico de mi hijo es fuerte por la alimentación: productos saludables, probióticos y la vitamina D (tiempo fuera todos los días, aquí disfrutamos de mucho sol casi todo el año) y que le permita tener un montón de exposición a la suciedad durante el día (una parte importante de la infancia). Utilizo jabones ecológicos, algunos de ellos artesanales, hecho que nos ha ayudado muchísimo a pasar resfriados en un tiempo muy corto y sin complicaciones. Coincidencia? Tal vez. Pero, ciertamente, no veo la necesidad de usar productos químicos agresivos para higienizar mi casa y nuestras manos diariamente.