LA LIMPIEZA ES UNA FORMA DE AUTOCUIDADO:

gana más espacio mental limpiando tu hogar

La importancia del autocuidado parece estar apareciendo últimamente en todas partes.

Hay que dedicar tiempo para meditar, pasar tiempo en la naturaleza, caminar, llevar un diario, hacer ejercicio, practicar yoga, bailar, pintar o hacer manualidades. 

Y todo esto es maravilloso.

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El propósito final del autocuidado diario es conectar con tu SER verdadero. Allí encontrarás una fuente eterna de amor, fuerza y ​​energía.

En el mejor de los días, mi rutina de autocuidado incluye una media hora a solas por la mañana, salir a caminar, leer unas páginas y un baño caliente.

Pero aquí está la verdad: tengo un hijo pequeño, un trabajo, un negocio y una casa para cuidar. Mis días están llenos. No quiero que mi rutina de autocuidado se convierta en otra cosa más que me haga sentir culpable si no la haya podido lograr.

Cuando limpiaba el suelo después de la cena la otra noche, me vino en la mente un recordatorio tranquilizador: "Esto, más que cualquier otro acto diario, es mi práctica de meditación".  Me refiero también a las interminables cargas de ropa, los platos, las camas, las comidas. Todos los quehaceres domésticos, grandes y pequeños realizados con atención plena son meditación y respiración para mí.

Porque en lugar de centrarme en lo que se necesita hacer y anticipar lo siguiente para marcar la lista de tareas pendientes, cuando permanezco presente, puedo sentir el panorama general y, a su vez, desarrollar un sentido más amplio de asombro y gratitud.

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Pero 

¿hay alguna conexión entre la limpieza y el autocuidado? 

¿Una cocina limpia significa que todo está bien en tu mundo?

¿Puede eliminar el estrés limpiar el baño mejor que un masaje?

¿Sientes que barrer es como meditación en movimiento?

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Los beneficios psicológicos de un espacio limpio

El espacio donde vivimos es una extensión energética de nosotros mismos. Cuando nuestro mundo exterior está en orden, nuestro mundo interior se siente bien cuidado y alimentado. A la inversa, cuando nuestros hogares están sucios y desordenados, podemos sentirnos abrumadas, avergonzadas, letárgicas y ansiosas. 

Un estudio de 2010 publicado en el Boletín de Psicología Social y Personalidad encontró que las mujeres que describían sus hogares con frases como "abarrotado" o "lleno de proyectos sin terminar" tenían más probabilidades de experimentar sentimientos negativos de depresión y fatiga que las mujeres que describían sus hogares como " tranquilos "o" restauradores ". Los investigadores también encontraron que las mujeres con hogares desordenados tenían niveles más altos de cortisol, una pista directa de que el estrés aumenta cuando nuestro hogar desordenado nos hace sentir mal.

Sabemos por experiencia que volver a casa a un fregadero lleno de platos sucios o sentarnos en un escritorio cubierto de papeles y tazas de café manchadas de barra de labios hace que sea más difícil concentrarnos en las cosas que realmente queremos lograr, y los estudios lo han demostrado. 

Investigadores de la Universidad de Princeton encontraron que vivir en un ambiente desordenado hace que sea mucho más difícil concentrarse en las tareas importantes. Específicamente, encontraron que la corteza visual puede distraerse fácilmente con objetos irrelevantes en nuestros entornos, por lo tanto, desbaratando la capacidad del cerebro para asignar efectivamente la atención consciente a la tarea en cuestión.

El acto de limpieza en sí también tiene un impacto psicológico positivo. La limpieza nos da un sentido de control y logro, lo que nos ayuda a manejar mejor los altibajos de la vida con un mayor poder de adaptabilidad y confianza en nosotras mismas. Además, la actividad simple y los movimientos repetitivos de lavar platos, barrer pisos o limpiar superficies facilitan que la mente entre en un estado de meditación, aliviando temporalmente las ansiedades momentáneas. 

En un artículo de octubre de 2018 publicado por VICE, Darby Saxbe, profesor asistente de psicología en la USC, dijo que “[La limpieza] le da a las personas un sentido de dominio y control sobre su entorno. La vida está llena de incertidumbre y muchas situaciones están fuera de nuestras manos, pero al menos podemos hacer valer nuestra voluntad en nuestro espacio vital ”

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La limpieza es autocuidado

Personalmente creo que lo importante es sentirse bien e intentar incluir acciones diarias para recuperar nuestra salud, nuestros hogares y nuestro lugar en el mundo. El autocuidado son micro-momentos de autoconservación que nos ayudan a restaurarnos y nutrirnos a nosotras mismas, e incluye todo, desde meditar hasta tener tiempo para el hobby favorito. 

En un artículo de mayo de 2018 publicado en Psychology Today, el autocuidado se define como "el tiempo consciente para asegurarte de que tú estás siendo cuidada por ti misma".

Si el autocuidado es realmente una micro conservación consciente, la limpieza y el orden pueden sumarse en tu rutina de autocuidado diaria. 

Cocina limpia, mente limpia, nuevo comienzo.

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“Si mientras lavamos los platos, solo pensamos en la taza de té que nos espera, apresurándonos así a quitar los platos como si fueran una molestia, entonces no estamos "lavando los platos para lavar los platos". Es más , no estamos vivos durante el tiempo que estamos lavando los platos. De hecho, somos completamente incapaces de realizar el milagro de la vida mientras estamos paradas en el fregadero. Si no podemos lavar los platos, lo más probable es que tampoco podamos tomar nuestro té. Mientras bebemos la taza de té, solo estaremos pensando en otras cosas, apenas conscientes de la taza en nuestras manos. De este modo, estamos arrastradas hacia el futuro y somos incapaces de vivir realmente un minuto de la vida.”

THICH NHAT HANH (el libro The Miracle of Mindfulness: An Introduction to the Practice of Meditation)

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Para ideas sobre rutinas de limpieza, te invito a leer sobre por qué es importante adoptar una rutina de limpieza, ver cúal es Mi rutina diaria de limpieza- LISTA DE CONTROL y descargarte la LISTA DE CONTROL y, si te animas, puedes empezar con mi rutina de limpieza: mi habitación.

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Así que te invito que hagas un cambio en tu vida. Vamos a salir ganando todos. ¡Voy corriendo a la tienda! 

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